Innovar junto a nuestros clientes para seguir creciendo
Focke Meler ha equipado su nueva sede corporativa con una sala de pruebas que nos permite estudiar, reproducir y analizar con precisión las condiciones específicas de aplicación de adhesivos de nuestros clientes.
La industria es sinónimo de innovación. Su evolución se basa en la búsqueda constante de nuevos sistemas que mejoren la productividad. Pero todo cambio exige la realización de pruebas y ensayos reales previos. Una de las señas de identidad de Focke Meler es su capacidad para realizar proyectos personalizados y desarrollar nuevos sistemas de aplicación de adhesivos y sellantes perfectamente adaptados a las necesidades de sus clientes.
Por esa razón, hemos construido un espacio de trabajo colaborativo en el que los equipos técnicos de Meler y del cliente pueden desarrollar juntos evaluaciones técnicas, en muchas ocasiones, con el producto real.
El flujo de personalización
Ventajas asociadas a este entorno de trabajo
- Optimización en el desarrollo de prototipos: Este método de trabajo permite a las empresas aunar conocimientos, crear sinergias y desarrollar productos innovadores sin incurrir en los altos costes que se generarían en un entorno de trabajo real.
- Personalización a medida con todas las garantías: Elegir a un proveedor con la capacidad de realizar pruebas reales es sinónimo de garantía. En primer lugar, porque permite certificar una solución antes de su integración en la línea de trabajo, pero, sobre todo, porque dicha solución, ha sido desarrollada en mayor o menor medida, con la intervención directa del equipo técnico del cliente.
- Estudio de viabilidad de proyectos: este espacio permite realizar estudios previos en un entorno de laboratorio en el que el fallo está permitido ya que es un elemento clave para el desarrollo de nueva tecnología. De los proyectos “no logrados” también se extraen conclusiones de gran interés científico.
Nuestra sala de pruebas de clientes
En la sala de pruebas de Focke Meler pueden realizarse todo tipo de foamizados, dosificaciones, ensayos de presión y pruebas con nuevos materiales simulando, en la medida de lo posible, las condiciones de trabajo de las líneas de producción de sectores como el de la automoción, el packaging o el ensamblaje de productos, por ejemplo.